El PETG es el copolímero más famoso y utilizado en el mundo de la impresión 3D. Su aparición es debida a la combinación el PET con glicol, mejorando las interesantes propiedades del PET con un proceso de glicolizado.
El PET (Polyethylene terephthalate) nace en 1941 de la mano de los científicos británicos Whinfield y Dickson, quienes patentaron este polímero para la fabricación de fibras, que sustituirían a las fibras de algodón. En 1946 este material, en forma de fibra, se asentó en la industria y su uso en el sector textil sigue puntero en la actualidad. Al inicio de 1952, comienza la utilización del PET en forma de película para envasar alimentos, pero fue en 1976, cuando este polímero sufrió su auge con la fabricación de botellas rígidas para bebidas poco sensibles al oxígeno, como refrescos carbonatados, cerveza y agua mineral. Por esto último, no es de extrañar que el PET sea el plástico más utilizado del mundo.
El PETG aparece por la copolimerización del PET. El proceso se basa en agregar ciclohexano dimetanol (CHDM) en lugar de etilenglicol, consiguiendo un bloque de átomos más largo, donde las cadenas lindantes no encajan como lo hace el etilenglicol. Con esto, se consigue frenar la cristalización cuando se aplica un esfuerzo sobre este material, objetos más translúcidos y reducir su punto de fusión, características ideales para crear piezas resistentes y fáciles de termoformar o extruir. Debido a la facilidad de extrusión y estabilidad térmica, el PETG y otros derivados del PET están siendo utilizados cada vez con más frecuencia en el mundo de la impresión 3D FDM / FFF.